ALIMENTOS VEGETARIANOS
Herramientas poderosas para la salud
El seguir un menú vegetariano representa una manera eficaz y placentera de lograr un buen estado de salud. El patrón de la alimentación vegetariana se basa en una gran variedad de alimentos que son deliciosos, saludables y satisfacen el apetito.
Los vegetarianos evitan la carne, el pescado y las aves de corral. Aquellos que incluyen productos lácteos y huevos en su dieta, reciben el nombre de lacto-ovo vegetarianos. Los vegetarianos puros, o “veganos” no comen carne, pescado, aves de corral, huevos ni productos lácteos. Si bien existe una considerable ventaja en el patrón de la dieta lacto-ovo vegetariana, las dietas “veganas” son las más saludables, ya que reducen el riesgo de un amplio rango de enfermedades.
Un corazón saludable
Los niveles de colesterol de los vegetarianos son mucho más bajos que los de las personas que comen carne, y las enfermedades cardiacas son menos comunes entre ellos. Es fácil reconocer que las comidas vegetarianas son usualmente bajas en grasas saturadas. Debido a que el colesterol se encuentra únicamente en productos de origen animal como la carne, los lácteos y los huevos, los “veganos” consumen una dieta sin colesterol.
El tipo de proteínas de una dieta basada en plantas puede constituir otra ventaja importante. Muchos estudios realizados demuestran que reemplazar las proteínas de origen animal por las de origen vegetal disminuye los niveles de colesterol en la sangre, aún cuando la cantidad y el tipo de grasas en la dieta se mantiene igual. Esos estudios demuestran que una dieta vegetariana, baja en grasas, representa una clara ventaja con respecto a otras dietas.
Presión arterial más baja
Una cantidad impresionante de estudios desde los comienzos de la década de 1920, demuestran que la presión arterial de los vegetarianos es más baja que la de los que no son vegetarianos. De hecho, algunos estudios han demostrado que la incorporación de carne a una dieta vegetariana incrementa rápida y significativamente los niveles de la presión arterial. Los efectos de una dieta vegetariana se suman a los beneficios que produce la reducción del contenido de sodio en la dieta. Muchos de los pacientes con presión arterial alta, cuando inician una dieta vegetariana, logran eliminar la necesidad de medicación.
Control de la diabetes
Los estudios más recientes sobre la diabetes demuestran que una dieta alta en carbohidratos complejos y fibra (que se encuentran sólo en alimentos vegetales) y baja en grasas, constituye la mejor prescripción dietética para controlar la diabetes. Una dieta basada en vegetales, legumbres, frutas y granos enteros, que también es baja en grasas y azúcar, puede disminuir los niveles de azúcar en la sangre y reducir o incluso eliminar la necesidad de medicación. Debido a que los diabéticos tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, es importante evitar la grasa y el colesterol, y una dieta vegetariana es la mejor forma de lograrlo.
Prevención del cáncer
Una dieta vegetariana ayuda a prevenir el cáncer. Estudios realizados en vegetarianos demuestran que las tasas de mortalidad por cáncer constituyen sólo alrededor de la mitad a tres cuartas partes de las tasas de mortalidad de la población en general.
Las tasas de cáncer de seno son dramáticamente más bajas en aquellos países en donde las dietas se basan típicamente en vegetales. Cuando las personas provenientes de esos países adoptan una dieta occidental basada en el consumo de carne, sus tasas de cáncer de mama aumentan considerablemente. Asimismo, los vegetarianos presentan niveles significativamente menores de cáncer de colon que los consumidores de carne. El cáncer de colon está más estrechamente asociado con el consumo de carne que cualquier otro factor dietético.
¿Por qué las dietas vegetarianas ayudan a proteger a las personas contra el cáncer? Además de ser más bajas en grasas y más altas en contenido de fibra que las dietas que se basan en el consumo de carne, existen otros factores importantes. Los vegetales contienen otras sustancias que combaten el cáncer llamadas fitoquímicos. Por ejemplo, los vegetarianos consumen por lo general mayor cantidad de los pigmentos vegetales beta-caroteno y licopeno. Esto podría explicar las razones por las cuales tienen menor incidencia de cáncer de pulmón y próstata. Asimismo, algunos estudios han sugerido que las dietas que no incluyen productos lácteos pueden reducir el riesgo de cáncer de próstata o de ovario.
Algunos de los aspectos anticancerógenos de la dieta vegetariana aún no pueden explicarse. Por ejemplo, los investigadores no están completamente seguros por qué los vegetarianos tienen mayor número de determinados glóbulos blancos, llamados “células asesinas naturales” que son capaces de buscar y destruir las células cancerígenas.
La conexión con el calcio
Los vegetarianos tienen menos probabilidades de desarrollar cálculos renales o biliares. Además, podrían tener menos riesgo de osteoporosis, pues consumen muy pocas si alguna proteína de origen animal. Una ingesta alta de proteínas de origen animal estimula la pérdida de calcio de los huesos. El reemplazo de los productos de origen animal con plantas reduce la pérdida de calcio. Esto puede ayudar a explicar por qué las personas que viven en países cuya dieta se basa típicamente en productos vegetales presentan un bajo índice de osteoporosis aun cuando su ingesta de calcio es menor que la de las personas que viven en países que consumen productos lácteos.
Planificación de las dietas vegetarianas
Es fácil planear dietas vegetarianas que satisfagan todos sus requerimientos nutricionales. Los cereales integrales, las legumbres y los vegetales son ricos en proteínas y hierro. Los vegetales de hojas verdes, legumbres, lentejas, tofu, tortillas de maíz y nueces son excelentes fuentes de calcio, así como la leche de soya y jugos enriquecidos.
La vitamina D se produce naturalmente cuando la piel se expone a los rayos del sol. Las personas que tienen la piel oscura o viven en latitudes nórdicas tienen dificultad en producir vitamina D durante algunos meses del año. La vitamina D puede obtenerse fácilmente de alimentos enriquecidos como cereales comerciales para el desayuno, la leche de soya, otros productos complementarios y los suplementos multivitamínicos.
Es importante la ingesta regular de vitamina B12. Entre las fuentes apropiadas se encuentran todas las vitaminas de complejos múltiples (incluyendo las vitaminas vegetarianas), los cereales enriquecidos, algunas marcas de levadura alimenticià y leche de soja enriquecida. Es muy importante especialmente para las mujeres embarazadas y madres lactantes consumir suficiente vitamina B12. Al leer las etiquetas de los alimentos, busquen la palabra cianocobalamina entre los ingredientes. Esta es la forma de vitamina B12 de mejor absorción.