¿QUÉ DEMOSTRÓ LA NASA DE LA CAFEÍNA?
En 1995 un grupo de científicos de la NASA repitió y mejoro algunas pruebas anteriores de como influían ciertas sustancias en relación con la capacidad de las arañas para realizar una tela de la araña. Los expertos evaluaron el efecto de la LSD, cafeína, bencedrina, marihuana y el hidrato de cloral y como se puede ver los resultados fueron muy llamativos!!!
Mis comentarios: Las pruebas hechas a las arañas como a cualquier otro animal de experimentación (ej. ratas) son cualitativas (calidad) aunque no cuantificables. Es decir que las conclusiones obtenidas son aplicables a los seres humanos (lo que sucedió a las arañas queda comprobado científicamente que también ocurre a los seres humanos) , aunque habría que realizar el mismo experimento para que se pueda ver en números y porcentajes reales para tener precisión de los resultados en los seres humanos.
Solamente 2-3 tasas de café al día, contienen suficiente cafeína para alterar el humor y la conducta del consumidor.
El efecto de la cafeína sobre el cerebro y sistema nervioso son profundos.
La mayoría de las personas que toman bebidas con cafeína se sienten “elevadas”o desean ser más eficientes. A la vez que aumenta el estado de alerta y enmascara la fatiga, lo hace con un precio.
La energía increíblemente rápida que la cafeína imparte no es gratuita. Esta viene con una etiqueta de precio definido, cargando el sistema nervioso y disminuyendo el desempeño mental.
Tal vez el efecto más reconocido para el consumo de cafeína sea el insomnio. La cafeína mantiene a uno despierto. Incluso
si una persona ha dormido bastantes horas, la calidad del descanso generalmente no están buena como debe ser.
La mayoría de las personas no son conscientes de que la cafeína aumenta el riesgo de cáncer y enfermedad cardiaca.
¿Sabia usted que la cafeína puede causar una deficiencia de vitaminas esenciales y minerales?
Bebidas con cafeína están asociadas con la deficiencia de:
• Calcio,
• Vitaminas B, y
• Hierro
Noever, R., J. Cronise, and R. A. Relwani. 1995. Using spider-web patterns to determine toxicity. NASA Tech Briefs 19(4):82.